Juntos fuimos recorriendo un lento pero firme camino de crecimiento. Pasamos por distintos locales, barrios, talleres, equipos de trabajo y equipamiento. Siempre con el objetivo de crear y producir de la mejor manera posible, con una exigencia y sensibilidad alta.
Nuestro trabajo es acorde a nuestro estilo de vida, buscando un ritmo desacelerado dentro de un mundo que va en el otro sentido, apreciando el tiempo requerido para nuestras piezas en lugar de generar cantidades ó acortar tiempos y descuidar el resultado. Hacemos con conciencia y cuidado, respetamos las maderas con las que trabajamos y buscamos resultados que sean duraderos, cómodos, funcionales y bellos a la vista e incluso al tacto.
Valoramos que nuestro hacer sustente y active aspectos políticos, sociales y culturales que defendemos. Nos enorgullece generar objetos hechos en Argentina, con trabajo argentino, que resulten de calidad, estéticos y duraderos. Sosteniendo y dando apoyo a nuestra comunidad y a un consumo responsable donde se mantienen tradiciones artesanales y de oficios, se cuidan los recursos y se reimagina la forma en que todos nos relacionamos con los bienes materiales.
Nuestra historia
Comenzamos en el 2008 restaurando muebles de los años 50 y 60 con ganas de poder producir nosotros mismos. Luciano había heredado muchos conocimientos del oficio de la carpintería, de su abuelo Vicente e incluso atesoraba muchas herramientas manuales que habían sido de él e incluso de su bisabuelo Bonfilio, ebanista.
Un tiempo después, buscando la manera, conocimos a H. Flores, un carpintero, de la vieja escuela, que nos abrió su taller para poder trabajar, producir y compartió muchos conocimientos con Luciano.
Las primeras piezas las expusimos en el local de Palermo de Graciela Churba Alfombras, el cual luego compartimos hasta el año 2018.
En ese año, decidimos armar nuestro local en el barrio de Saavedra, donde teníamos nuestro pequeño taller, el cual pudimos agrandar, generando un espacio de exposición con el taller a la vista. En ese momento agrandamos nuestro espacio y equipo de trabajo, pudiendo generar cada vez más y mejores piezas. Nuestro gusto por el diseño, se expandía. La estructura crecía y las ganas de hacer nuevas cosas avanzaban. Carola, que había hecho un recorrido por la escenografía, el cine y el diseño gráfico, tomó el desarrollo de Broca junto a Luciano para ir en esa dirección.
En el 2021, tuvimos necesidad de expandir nuestro taller, mudándonos al barrio de Florida, Vicente López, donde conseguimos un lugar muy acorde a nuestras necesidades y además con un pequeño local a la calle. Decidimos mudar todo nuevamente, ya que valoramos muchísimo la conexión entre el espacio de venta y de producción, y poder estar todxs en un mismo lugar.
Hoy en día, nuestro equipo de trabajo se agrandó, el taller está equipado con lo necesario para producir de la manera que queremos y el local se encuentra en un barrio tranquilo, lo que nos da la posibilidad de hacer hermosos eventos y ferias en nuestra vereda.